“Hoy valoro las palabras que me dijeron en aquel entonces, «soy fuerte y muy valiente»”, Cielo Rotryng luego de la condena al jugador chileno por abuso sexual

En una sentida entrevista, la deportista, que viene realizando un arduo recorrido desde que decidió hacer pública su historia, incita a denunciar. “Cuesta y es difícil. Los tiempos llegan solos, cuando uno lo sienta, es el momento”, afirmó.

Autor: Prensa FATM

En una sentida entrevista, la deportista, que viene realizando un arduo recorrido desde que decidió hacer pública su historia, incita a denunciar. “Cuesta y es difícil. Los tiempos llegan solos, cuando uno lo sienta, es el momento”, afirmó.

Para Cielo Rotryng, el proceso de entender lo que había vivido, poder contarlo a sus allegados y denunciarlo fue “muy largo, intenso y más duro de lo que se cuenta”. Hoy ya con la sentencia firme, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correcional N° 7, Juan Pablo Lamadrid, pasará 6 años en prisión por abusar sexualmente de la jugadora en 2017. Para ella, fue sacarse una mochila de encima.

El abuso ocurrió cuando la joven era menor de edad, durante un campeonato en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) de Buenos Aires. Durante el Abierto de la República Argentina de Tenis de Mesa. Donde Cielo, de 14 años, competía en juveniles y Lamadrid, con 20, en adultos.

“Todo empezó a decantar con un trabajo práctico de la facultad de Periodismo Deportivo, sobre abusos en iglesias y cómo repercuten en la niñez y adolescencia, cuando uno pasa por una situación así lo tapas y llegas a un momento que te convences que no pasó y creo que ese fue el gran quiebre en mi vida, me sentí identificada con muchas de las cosas que investigué, pensaba 'yo las pase, yo tuve vergüenza, miedo, tengo que hablar'”, sentenció la deportista en diálogo con la Federación Argentina de Tenis de Mesa.

La vida de la joven cambió por completo, ella ni nadie lo niega. La actividad que demandaba casi las 24 horas de su vida, su lugar seguro, de felicidad y resguardo, se transformaron en un espacio “oscuro al que no quería volver”. Sin embargo, no duda en reiterar la necesidad de denunciar, pedir ayuda y respetar los tiempos de cada una de las víctimas. 

“Cuesta y es difícil. Creo que los tiempos llegan solos, cuando uno lo siente es el momento adecuado para hablar. Vivimos en un mundo donde opinar es gratis y esos comentarios pueden influir en nuestras decisiones, pero no hay que tener miedo aunque sea muy lejana la meta. Se puede, se sale y se aprende a convivir con eso, y lo más importante para mi es que siempre podemos ayudar a alguien”, sostuvo Cielo.

Cada sobreviviente, atraviesa su camino hasta la denuncia de diversas maneras. Las formas, los tiempos, los ritmos, a quiénes se elige nunca son los mismo, y cada uno es el correcto. Cielo sintió sacarse una mochila de encima, “ya no dependía de mí, el 50% ya estaba hecho. Desde la denuncia hasta la sentencia caminaba por las paredes. Cuando vi las 72 páginas de pruebas, entendí que se había hecho todo y más”
“Hoy valoro las palabras que me dijeron en aquel entonces, «soy fuerte, muy valiente» y tuve los mejores sostenes que podía tener”, repitió innumerables veces con las voz entrecortada. 

“¿Vale la pena todo lo que estoy haciendo?”, se preguntó Cielo mientras transitaba el proceso, las pericias psicológicas, recolección de testimonios, preguntas y repreguntas. Sin dudarlo contestó: “Sí, cien por ciento”

Finalmente, es pertinente agregar en primera persona los agradecimientos de Cielo Rotryng: “A la Federación Argentina de Tenis de Mesa por el acompañamiento, a José Titolo con quien no tengo palabras que puedan describir todo lo que hizo durante estos dos años, a Gustavo Romano Duffau que llevó adelante la defensa e hizo hasta lo inalcanzable en este tiempo para que hoy en día estemos hablando de una condena. A Paula Fukuhara y Gustavo Levisman los dos pilares junto a mi mamá en todo lo conseguido”.

Autor: Bianca Forconi

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